miércoles, 3 de octubre de 2012

Macarrones de la abuela

Hoy toca hablar de un clásico. 
Como ya comentamos en otro post, se trata de otra de esas recetas "abuela-en-estado-puro ". Lo dicho, un clasico cotidiano. Lo que los pijos de hoy llaman un "básico": macarrones

No macarrones con tomate, no. Macarrones y punto. Porque para la abuela no cabía otros macarrones. Ella era de aquella época en que pasta, sólo había fideos, macarrones y canelones. Y desde luego salsas, de tomate.


Y la salsa de tomate de la abuela no era cualquier cosa. La mejor. Sólo la ha sido capaz de igualarla Isabel, su hija. Dulce, suave, a fuego lento, sin acidez. El abuelo contaba con gracia que sus platos favoritos eran los huevos con tomate, los macarrones con tomate, el lomo con tomate..., y añadía: caramba!, a mí lo que me gusta es el tomate!.


Ahora, del punto de la pasta, no hablemos. Eso de "al dente", para la abuela, no existía. Los cocía  generosamente. Incluso, tras hervirlos, los dejaba reposar en el agua. Y quedaban blandurrios. Pero la abuela los hacía así, era uno de los signos de los tiempos.


Y para finalizar la receta, una vez servido en el plato,  haciendo una montañita en el mismo, desde los fogones preguntaba : ¿te frío un huevo?. Y lo coronaba con un estupendo huevo frito con puntillas. ¡perfecto!


Y en casa,  es un plato de diario. Pero no un día de diario normal, no. Ese día, es un día de diario festivo. Vaya que sí!  

Y lo disfrutan principalmente Isabelita y también Santiago y por supuesto, el que más lo ha degustado y disfrutado (tras el abuelo) ha sido Jose Miguel porque era el nieto mayor y el nieto que más ha convivido con los abuelos



INGREDIENTES
250gr macarrones
50ml AOVE
1cebolla mediana
Chorizo dulce (50-100gr)
1 lata de tomate triturado


SE PUEDE AÑADIR
queso rallado 
Huevo frito por persona


PROCESO
en una cazuela se pone el AOVE a calentar y se sigue la cebolla cortadas en trozos no muy pequeños, que luego se noten al comer. Se añade el chorizo a taquitos y se sofríe. Se añade el tomate y se sigue a fuego lento, unos 20'-30'. A mitad cocción, se añade la sal y las 4 ó 5 cucharadas ( de postre) de azúcar, y no se remueve. No. Se tapa para que no salpique. Y punto.
En un recipente grande con abundante agua y sal, se cuecen los macarrones. Mucho mas de lo que recomienda el fabricante, cómo mínimo, el doble. Y cuando se apaga el fuego, se dejan en el agua hasta finalizar el tomate. 


Se escurren bien los macarrones (el guiso aguado sería un desastre), se mezclan con la salsa  y se sirven en el plato, haciendo una montañita.
Y desde los fogones se pregunta: ¿te
frío un huevo? . Y se fríe.

2 comentarios:

  1. Santiago, ya te tengo de pestaña. Me alegra ver como disfrutas. Y como disfruto yo leyendote. Pero hoy difiero. Yo los macarrones, duritos. Me gustan más así, los otros me recuerdan el colegio...
    Y envidio tus visitas a la pescadería del mercado. No tengo peces a los que guillotinar y mirarles alos ojos...
    Un beso, guapo!

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  2. Gracias Nuria. Espero que te siga gustando.
    Y, sí. Yo tambien soy de tu opinión. Pero hace años no se hacia la pasta al dente. Mi suegra tiene 88 años . Y el arroz también lo hacía pasado. Fuera de Valencia és muy común. Eran otros tiempos.

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