Carlos B. es un tío sorprendente. Hace de todo. Y todo bien, el tío. Fantástico médico y oncólogo, sus pacientes lo adoran, eficaz, rapido y gruñón.
Y divertido cuando hay que serlo.
Atleta cuarentón capaz de hacer la marathon y media de Castellón (subida al Penyagolosa incluido) porque la marathon standar se le queda pequeña (habria que analizar porque tanto oncologo corre la marathon: Oscar, Quino, Angel, Carlos y unos cuantos más que me dejo en tintero); tambien disfruta de la bici de montaña. Pero montaña, montaña. No mariconás, no. Montaña, con video y despeño incluido y fracturas multiples.
Y ademas Gourmand y, me sorprendió hace unos días, cocinero.
Me explicó una receta de las que a mi me gusta. De las que llegas a comer a las 4 y a las 4,10 estas comiendo como un rey. O como un obispo (creo que doy más el perfil, no?). Y barata a más no poder ( sobre todo si tienes las judias ya remojadas y cocidas en la nevera).
Ahí vá la receta.
Carlos, grande.