Esta receta, es de las pocas cosas que me resultan apetitosas de la gastronomía de Cuaresma y Semana Santa.
Son unos sencillos buñuelos de bacalao, pero super ligeros, que se pueden comer solos, o acompañando algún guiso de bacalao y garbanzos, por ejemplo.
Como en casa somos de tradiciones, es una de esas cosas que no pueden faltar en esas fechas. Y tenemos la receta de la abuela, que la bordaba, de modo que Isabel, todos los años las hace. Y Jose Miguel devora sin medida. Nos gusta a todos en realidad.
Santiago hijo es un comedor entusiasta de polvorones en navidad. Con prudencia. Uno para merendar, cada día. Ya se sabe que los polvorones los carga el diablo. Nada de lo que lleva es liviano.
Y sinceramente, no hay polvorones como los caseros. Pasa como con el gazpacho. Nada que ver con los comerciales. Yo sólo puedo con los caseros. Y a Isabel madre también le chiflan.
INGREDIENTES
100gr azúcar
60 gr manteca cerdo
canela
ralladura limon
150gr harina tostada
50gr de almendra cruda--> se tuesta al horno/sartén (cuidao, se quema facil)
PROCEDIMIENTO MYCOOK
Tostar harina, 20' horno arriba y abajo , 200ºC
Triturar almendra 10" turbo y reservar
Triturar azúcar 20" turbo para hacerlo glass/polvo
Añadir al azúcar la manteca, 30" vel 4-5
Añadir la almendra, harina, canela y limón al vaso con el azúcar y manteca. Intentar 1 min de amasado. Y si no, a mano.
Extender y cortar con corta pastas.
Al horno , 160ºC, 20 min, altura media, arriba y abajo, hasta que superficie tostada
PROCEDIMIENTO TRADICIONAL
Igual pero con una trituradora para la almendra, azúcar. O lo compras ya todo triturado.
PD: con avellanas, también buenos. En algunas recetas mezclan almendras y avellanas.
Ayer y esta mañana tocaba reunion en Madrid, donde hemos coincidido un grupo de buenos amigos de Valencia de la profesion. Ha sido muy agrabable estar con MariLo, Ana, Vega, Cris y Adela. Y la cena ademas de superamena... buenísima. Gracias Adela.
Y esta noche toca calçotada en casa de los Caballero. Domingo pone las brasas y yo preparo la salsa romesco. Y mogollón de calçots.
A Isabel niña, como a mí, nos encantan las sopas contundentes. Espesas. De cuchara. De cuchara y a veces tenedor y cuchillo.
Cuando anduvimos por Escocia, allá por el año 2010, creo, y en pleno julio, todos los días, dormíamos en un bed&breakfast, pero antes, comíamos en el pub del pueblo correspondiente. Esto era una debilidad de mi chica grande, porque le chiflan los pubs ingleses, su ambiente, su gente, sus chimeneas, sus cervezacas and so on. A Santiago también, pero sobre todo el billar y los dardos. Y una de las cosas que descubrimos, es que además de fish and chips y de pastel de pastor, siempre, siempre , siempre había... sopa del día.
Ayer hice caldo de pescado. Y con las mollas de carne que quedan entre las espinas y las cabezas, he decidido aprovecharlas para algo.
También se podría usar algún pescado congelado baratito, como la panga.
Es una receta de aprovechamiento
