La receta de hoy ni es familiar, ni tradicional, ni ná.
Es simplemente que Santiaguito se pirra por el dulce de leche. Y la verdad es que en casa prácticamente, no tenemos nunca. Sí tenemos topping, que usamos con creppes o tortitas. Pero dulce de leche, del espesote, chapapote que le decíamos cuando los peques eran pequeños, casi nunca.
Pues hace unos días pasé por delante de una pastelería Argentina y decidí probar a hacerlos en casa, dado el precio desmedido del los alfajores en la tienda, casi 2€ la pieza.
Y salieron buenísimos. Y salieron como treinta y tantas galletas, >15 alfajores. Pero es cierto, que a veces hacíamos montaditos y no sandwiches.
Y guardados en una lata, duran lo indecible. Eso sí, hubo que comprar chapapote.
INGREDIENTES:
- 1 huevo + 2 yemas
- 150 gr. de mantequilla y/o margarina
- 200gr azúcar
- ralladura de limón
- esencia de vainilla
- 300 gr. de maizena
- 200 gr. de harina
- 1/2 sobre de levadura Royal
- 1 cucharada de coñac
- dulce de leche
- coco rallado
PROCESO:
mezclar con batidora de varillas o con procesador de alimentos todos los elementos líquidos (huevo, yemas, mantequilla, ralladura de limón, coñac, esencia vainilla) y él azúcar.
Añadir la mezcla tamizada de harina, maizena y levadura). A mí la masa me quedó un poco blanda y precisé un poco más de harina. Se reserva en nevera 30'.
Estirar en el banco sin amasar en una lámina de 1cm.
Cortar con un molde de unos 5cm (yo usé la boca de un bote de cristal de conservas). Disponer en una bandeja de horno con papel vegetal y hornear a 180°C, 10'-12'.
Dejar enfriar y montar con dulce de leche. Rodar el borde sobre coco rallado.
Y merienda servida. Las galletas se deshacen al morderlas.
Y más ricas que les comerciales. De lejos.
PD: Guardar las galletas en una caja de lata. Duran un porrón.
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